31/03/2011: Días de Cine

Historias en el cine.
Claudia: Fue hace unos pocos días  al Patio Bullrich con su hija. La sala estaba casi completa quedando una butaca vacía entre ella  y el espectador más próximo..Pues ocurrió que la persona que ocupó el asiento fue una señora mayor que se pasó la  película comentándola en voz alta, como si estuviera en el living de su casa  y Claudia fuese su amiga invitada. Una situación muy incomoda, sobre todo cuando se comprende que es factible que para el resto de la platea bien podría haber parecido que Claudia ERA su amiga de verdad.


María Laura: Narró una situación ridícula que le tocó vivir cuando asistió a una función en su horario habitual del domingo al mediodía. Como de costumbre la sala estaba prácticamente vacía, con la excepción de una parejita en el centro de la misma. Cuando controla el asiento que le asignaron en la boletería, constata que era contiguo a la mencionada pareja; esto es: en una sala vacía le tocaba sentarse al lado de las únicas personas presentes. Lo grave es que lo hizo.
Julián:: Su historia ocurrió en ocasión del cumpleaños de su hijita, cuando la llevó a ver Rango junto con sus amigas. Cuando llegó el grupo de 16 personas, la mayoría de ellas niñas de 8 años, encontró que todos sus asientos estaban ocupados por otros asistentes. Así que debió explicarles a cada no de ellos la situación y
solicitarles que se movieran a sus asientos originales, lo que originó una gran movilización.

Debate: se puede comentar la película que se ve en una casa con amigos? Llegamos a la casi unánime conclusión de que no sólo está permitido si no que es casi mandatorio.

Mariano comenta que suele ver en el colectivo a una señora que sube con un grupo de discapacitados por lo que apenas asciende solicita los asientos más cercanos. Tanto le entusiasma su rol organizador, que continúa su tarea cuando sube una embarazada, una persona mayor, una mujer con un bebé, ...