Lo que aprendí:
- La gente es generosa y amable. Todos se esmeran en que uno se sienta cómodo: desde el vendedor de la calle hasta nuestras anfitrionas en la reunión.
- Hablan en un tono muy suave y relajado. No se escucha a nadie que levante la voz.
- En lugar del "viste" o el aún más irritante "entendés" usan el muy humilde y simpático "verdad" (Ej: hace calor, verdad?)
- El chipá paraguayo es mejor que lo que recordaba (un poco mas arenoso que el nuestro y con anís)
- Mucha Argentina en todos lados (en la tele, las marcas, etc. Hasta la confitería del aeropuerto era Havanna.)
- Sorprendentemente, sufrí mas frío que calor. El aire acondicionado no debía bajar de los 18 grados en ningún espacio cerrado.
- El poder de la humedad: 24 grados, que para nosotros sería un remanso primaveral en el verano, allí es sencillamante agotador
- Hay mucha presencia policial y militar en la calle, un poco intimidante. No parece justificada.
- 5 días son muchos cuando se viaja por trabajo; y más si en Argentina, dos de ellos son feriados.
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